jueves, 2 de enero de 2014

Vuelvo a cumplir una promesa

Hola a todos.
Como casi todos los que me siguen sabrán, tengo dos hijos. El mayor, que tiene nueve años, tenía que hacer, como deber de vacaciones de Navidad, un comentario sobre una noticia. Él escogió hablar sobre la Ley del aborto que está siendo noticia en los últimos días. Leyó, se informó, reflexionó y se formó una opinión.
Cuando me la contó, me preguntó si podría hacerla pública. Le prometí que lo haría si él redactaba correctamente y con buena letra lo que me estaba contando. Él cumplió con su parte y yo, con mi promesa. Así que ahí va, la he transcrito para facilitar su lectura, pero no he cambiado ni una sola coma. Es su opinión y su trabajo y así se lo presento a ustedes:

LA LEY DEL ABORTO

Voy a hablar del aborto porque llevo varios días oyendo hablar de ello y me parece muy interesante.
Esta ley va a sustituir a la que había antes. Antes las mujeres podían abortar durante las primeras 14 semanas sin dar explicaciones y ellas eran responsables de su decisión.
Ahora, con la nueva ley, las mujeres sólo podrán abortar:
a)    Si han sido violadas.
b)    Si unos médicos dicen que tiene una enfermedad física o mental duradera en el tiempo que le impida ser madre.
c)    Si el feto tiene malformaciones incompatibles con la vida, pero aún no se ha explicado cuáles son.

Además, las mujeres no serán responsables del aborto ya que la decisión no la han tomado ellas sino los médicos.

Lo que no me gusta de esta ley es que no dejan a las mujeres tomar sus propias decisiones ni ser responsables de ellas, por tanto, las tratan como si fueran niñas pequeñas.

Lo que me gusta de la ley es que se preocupa por los derechos de los no nacidos.

Yo soy un niño adoptado y por experiencia, sé que es mejor nacer que no, porque si naces puedes ver el mundo. En el mundo hay algo muy importante que ver, unos padres que te quieren, la familia, los amigos…

Las mujeres, antes de abortar, deberían pensar que los niños tienen derecho a nacer. Las madres también deberían pensar en dejar a los niños nacer pero llevarlos a adopción, porque aunque duele mucho saber que alguien no te quiso, todos merecemos una segunda oportunidad para querer y ser queridos y vale la pena vivir.