martes, 3 de febrero de 2015

¿PERO NO HABÍA NADIE DE TU EDAD?

EN REALIDAD ESTO DEL AMOR NO TENÍA NINGUNA LÓGICA. Ellos eran la prueba evidente. Acababan de acostar a los niños y, por fin, podían disfrutar de su pequeño placer diario. Se miraron sonrientes, se besaron tiernamente y fueron a la cocina. Descorcharon una botella de vino y brindaron “Por muchos más”. Hablaron del principio, cuando nadie creía en ellos, cuando ella le esperaba en la esquina de la facultad, cuando se miraban en los escaparates para mirarse en ojos ajenos y averiguar si la diferencia era muy evidente.  Había que reconocerlo: no era lógico, ni lo que nadie habría imaginado, pero era el amor desbaratándolo todo. Sonrieron, bendito disparate.

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