miércoles, 28 de octubre de 2015

ROMPO UNA LANZA A FAVOR DE LAS TRES PERIODISTAS

     A mí también me ha dejado un sabor agrio ese acuerdo, pero es que yo no soy parte y me puedo permitir ese lujo. Quizás ellas tengan ahora un regusto amargo y no puedan deshacerse de él. Si ése es el caso, flaco favor les hacen gentes que llenan las redes sociales con comentarios en los que expresan su desconcierto o su desilusión.
     ¿Quién sabe qué pasó en la antesala del juicio? ¿Quién sabe cómo se sintieron las tres periodistas demandantes? ¿Quién sabe si solamente pudieron elegir entre malo o peor?
     Si algo he aprendido en los juzgados es que, a veces, es mejor “perder que más perder” y que lo justo, lo ético y lo legal son conceptos que no siempre van unidos. Así que no es fácil ponerse en la piel de las personas que, siendo parte, han de decidir en cuestión de minutos y basándose en las impresiones que dejan el lenguaje no verbal y las palabras dejadas caer.
     No yo quisiera encontrarme en una tesitura en la que tuviera que decidir entre mis valores o la nada. ¿Y ustedes?
     Claro que nos queda un sabor agrio. Claro que no nos gusta este final. Claro que nos deja perplejos o desolados y que sentimos que se traiciona la lucha de tantas mujeres, de los valores en que nos sustentamos como sociedad. Pero esto es así y las quejas, al sistema judicial, no a las mujeres porque ellas estaban allí y eran parte, nosotros no.

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