lunes, 28 de diciembre de 2015

¿INGOBERNABLE?

      Llevo una semana escuchando, cual mantra, eso de que, tras el resultado de las elecciones, España resulta ingobernable. Pues perdonen los sesudos oradores mi supina ignorancia y mi cortedad de entendederas, pero no veo yo la razón de tal ingobernabilidad. Si me apuran soy capaz de entender que resulta ahora mucho más difícil que antes. ¡Acabáramos! Es que lo de antes podía llamarse de muchas maneras pero democracia… más bien no. Y me explico:
      Creerse legitimado para el ordeno y mando cuando se han obtenido prácticamente el mismo número de votos que entre abstenciones, votos nulos y votos en blanco, como ocurrió en las pasadas elecciones, no parece muy razonable. Y aún menos si, como ocurrió en el año 2000, se obtienen 834.000 votos menos que la suma de abstenciones, votos nulos y votos en blanco.
      Imponer una forma de gobierno y unas leyes cuando se han obtenido menos de un tercio de los votos del censo electoral, no parece muy ético o al menos no es razonable porque el partido del gobierno no cuenta con el respaldo real de los votantes.
      Sin embargo, así se ha hecho Y cómodo, desde luego que lo era. Práctico, es evidente que no, porque las leyes se cambiaban cada vez que cambiaba el gobierno y así no se puede avanzar.
      Parece que a los votantes nos ha cansado este juego absurdo. Parece que hemos dicho que ya está bien de jugar al “ahora mando yo y hago lo que me viene en gana”. Así que señores políticos, dejen de hacerse las víctimas y comiencen a gobernar como les hemos pedido. Se sientan ustedes, negocian y pactan. Y una vez alcanzados los acuerdos, salen ustedes a los medios de comunicación y nos los explican, que aquí somos ya todos muy mayorcitos para entender que en una negociación todos pierden algo y todos ganan algo. Pero pacten, de una vez por todas, unas políticas en las que estemos de acuerdo todos y que nos permitan ser un país serio que camina en la dirección que hemos decidido entre todos.
      Y, si no se sienten capaces de hacer lo que les hemos encomendado, ahórrennos el bochorno de verles convocar nuevas elecciones para intentar forzarnos a aceptar barco como animal acuático, presenten su baja voluntaria por incompetencia para el puesto de trabajo, con los mismos derechos que cualquier otro trabajador que solicite su baja voluntaria en la empresa, y ya buscaremos otros más preparados para el reto de gobernar un país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario